Bloodtooth, Peligros de Drogarse y Compartir Sangre
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En este artículo os presentamos a Bloodtooth, una Peligrosa manera de Colocarse y Compatir Sangre. Una vez más somos testigos de como la realidad supera a la ficción.
Ni siquiera la mente más ingeniosa y retorcida había ideado algo similar. Pues hace tiempo que es una realidad.
El nombre de esta peligrosa tendencia proviene de la fusión y modificación de las palabras Blood (sangre) y bluetooth (protocolo de comunicaciones para intercambiar contenidos). Y es precisamente eso en lo que consiste esta nueva y temeraria tendencia que en ciertos lugares parece estar muy de moda.
Como su propio nombre indica, o al menos eso intenta hacer, el bloodtooth es la peligrosa forma de colocarse compartiendo una sóla dosis. ¿Pero cómo puede ser ésto?
Un persona se inyecta en la vena la dosis de la droga en su totalidad. Seguidamente un segundo individuo realiza una extracción de sangre de la primera persona, y a continuación se inyecta en su propio cuerpo.
Todo ello por medio se una simple y jeringuilla desechable. El funcionamiento es tan simple como que la sangre de la primera persona funciona como vehículo contenedor y transmisor de la droga.
Hay que tener en cuenta que la práctica de boodtooth requiere forzosamente de la utilización de una droga que posibilite su administración por vía intravenosa. Un claro ejemplo sería el de la heroína.
Otra droga susceptible de ser inyectada es la metanfetamina. Si no conoces esta sustancia nunca está de más el saber cómo hacer metanfetamina.
Y digo que la droga a consumir necesariamente a de ser inyectada en sangre porque de lo contrario el boodtooth no sería factible ni viable. Pongamos que en vez de la heroína nos decantamos por hacerlo con cannabis no sería lo mismo.
Primero habría que fumar la marihuana de tal forma que el nivel de THC en sangre fuera tan grande como para que una transfusión de la misma permitiera compartir sus efectos y hacer a la segunda persona colocarse. En conclusión, no sería posible.
Así que si se queire compartir una dosis de ésta manera, habrá que hacerlo con la sustancia adecuada. Si es que es pura lógica.
El bloodtooth es muy popular en las cárceles y barrios deprimidos de Sudáfrica. Inicialmente fue concebido en los presidios de ese país como una forma de ahorrar costes y maximizar el potencial de una dosis.
La aparición de esta peligrosa técnica se remonta a los años 2008 y 2009. A partir de dichos años saltó del interior de los centros penitenciarios sudafricanos hacia los suburbios marginales de las grande urbes.
La conmoción de la sociedad sudafricana es unánime, y la alarma política es mayúscula. Pero lo peor de todo es la emergencia sanitaria y los estragos que esta causando el bloodtooth.
Como ya hemos explicado el bloodtooth en si mismo no es una droga, no es más que una nueva forma de consumirlas. Una técnica vanguardista y participativa.
Así pues los efectos, a parte de el subidón de adrenalina que puedas experimentar las primeras veces que lo practiques, son los propios de la droga que se consuma. En ese aspecto no aporta nada inédito.
Lo único novedoso son los altos peajes que hay que pagar por compartir una dosis de esta forma. Salvando las distancias me atrevería a decir que el bloodtooth es más peligroso que usar el estramonio como droga, y ya es decir.
Las consecuencias para todos y cada uno de aquellos que practican bloodtooth pueden ser fatales. Todas por el alto riesgo que se corre inyectándose sangre de otra persona.
Para empezar la posibilidad de que además de la dosis también lleguemos a compartir enfermedades como la hepatitis y el sida. Y esas dos sólo son para abrir boca, porque el número de males y patógenos que se transmiten a través de la sangre es casi infinito.
Gonorrea, sífilis, clamidia, toxoplasmosis, paludismo, leishmaniasis, así como infinidad de virus. Éstas son sólo algunas de las muchs enfermedades que conforman esta lista.
Creo que no es necesario alertar de la gravedad de algunas de estas enfermedades. Basta con decir que varias de ellas no tienen cura.
Dentro de la variedad de grupos sanguíneos que existen hay algunos que más compatibles que otros. El problema está cuando se mezclan dos grupos que sean totalmente incompatibles.
Las consecuencias no son nada halagüeñas. Si o si se producirán en el organismo reacciones inmunológicas y biológicas que desestabilizan el equilibro natural y convulsionan al cuerpo humano.
Estas reacciones en el menor de los casos requieren hospitalización y cuidados tratamientos para paliar sus desenlaces. Es muy posible que en determinados casos, incluso con la atención requerida se desencadenen una serie de catálisis que culminen con la muerte.
Todo eso dentro de un ámbito hospitalario. Así que imaginaros lo que puede ocurrir fuera de él.
Fundamentalmente estos son los resultados y secuelas que puede acarrear la práctica del bloodtooth. Colocarse y compartir sangre de esta manera no es muy saludable.
Si la jeringuilla y aguja a utilizar fueran a estrenar todos los riesgos que atañe esta práctica se limitarían única y exclusivamente al individuo que se inocula la sangre ajena. Pero me temo que casi siempre la aguja y jeringa no serán nuevas, con lo que ello conlleva.
A la vista de lo anteriormente expuesto y razonado creo que la práctica totalidad de las personas en su sano juicio no estarían dispuestas a practicar bloodtooth. Esta particular forma de colocarse con una misma dosis se puede calificar como el realizar un salto al vacío, y sin protección alguna.
Hay mejores formas de experimentar y consumir drogas sin tener que arriesgar tanto. Por un lado consumiendo la droga de forma individual.
Y si lo que se busca no es compartir la dosis, sino realizar el consumo en comunidad, hay otras formas de hacerlo. Un ejemplo claro son los juegos para fumar marihuana con tus amigos.
Se consume y pasa un buen rato en compañía, pero sin hacer locuras como el bloodtooth. Hay que estar loco para practicarlo.
Desgraciadamente hay personas que si lo hacen. Cada cual que haga lo que quiera, pero ya sabéis a que ateneros.
Ni siquiera la mente más ingeniosa y retorcida había ideado algo similar. Pues hace tiempo que es una realidad.
El nombre de esta peligrosa tendencia proviene de la fusión y modificación de las palabras Blood (sangre) y bluetooth (protocolo de comunicaciones para intercambiar contenidos). Y es precisamente eso en lo que consiste esta nueva y temeraria tendencia que en ciertos lugares parece estar muy de moda.
¿Qué es el Bloodtooth?
Como su propio nombre indica, o al menos eso intenta hacer, el bloodtooth es la peligrosa forma de colocarse compartiendo una sóla dosis. ¿Pero cómo puede ser ésto?
Un persona se inyecta en la vena la dosis de la droga en su totalidad. Seguidamente un segundo individuo realiza una extracción de sangre de la primera persona, y a continuación se inyecta en su propio cuerpo.
Todo ello por medio se una simple y jeringuilla desechable. El funcionamiento es tan simple como que la sangre de la primera persona funciona como vehículo contenedor y transmisor de la droga.
Hay que tener en cuenta que la práctica de boodtooth requiere forzosamente de la utilización de una droga que posibilite su administración por vía intravenosa. Un claro ejemplo sería el de la heroína.
Otra droga susceptible de ser inyectada es la metanfetamina. Si no conoces esta sustancia nunca está de más el saber cómo hacer metanfetamina.
Y digo que la droga a consumir necesariamente a de ser inyectada en sangre porque de lo contrario el boodtooth no sería factible ni viable. Pongamos que en vez de la heroína nos decantamos por hacerlo con cannabis no sería lo mismo.
Primero habría que fumar la marihuana de tal forma que el nivel de THC en sangre fuera tan grande como para que una transfusión de la misma permitiera compartir sus efectos y hacer a la segunda persona colocarse. En conclusión, no sería posible.
Así que si se queire compartir una dosis de ésta manera, habrá que hacerlo con la sustancia adecuada. Si es que es pura lógica.
¿De Dónde Proviene el BloodTooth?
El bloodtooth es muy popular en las cárceles y barrios deprimidos de Sudáfrica. Inicialmente fue concebido en los presidios de ese país como una forma de ahorrar costes y maximizar el potencial de una dosis.
La aparición de esta peligrosa técnica se remonta a los años 2008 y 2009. A partir de dichos años saltó del interior de los centros penitenciarios sudafricanos hacia los suburbios marginales de las grande urbes.
La conmoción de la sociedad sudafricana es unánime, y la alarma política es mayúscula. Pero lo peor de todo es la emergencia sanitaria y los estragos que esta causando el bloodtooth.
Efectos del Bloodtooth
Como ya hemos explicado el bloodtooth en si mismo no es una droga, no es más que una nueva forma de consumirlas. Una técnica vanguardista y participativa.
Así pues los efectos, a parte de el subidón de adrenalina que puedas experimentar las primeras veces que lo practiques, son los propios de la droga que se consuma. En ese aspecto no aporta nada inédito.
Lo único novedoso son los altos peajes que hay que pagar por compartir una dosis de esta forma. Salvando las distancias me atrevería a decir que el bloodtooth es más peligroso que usar el estramonio como droga, y ya es decir.
Consecuencias de su Consumo
Las consecuencias para todos y cada uno de aquellos que practican bloodtooth pueden ser fatales. Todas por el alto riesgo que se corre inyectándose sangre de otra persona.
Transmisión de Enfermedades
Para empezar la posibilidad de que además de la dosis también lleguemos a compartir enfermedades como la hepatitis y el sida. Y esas dos sólo son para abrir boca, porque el número de males y patógenos que se transmiten a través de la sangre es casi infinito.
Gonorrea, sífilis, clamidia, toxoplasmosis, paludismo, leishmaniasis, así como infinidad de virus. Éstas son sólo algunas de las muchs enfermedades que conforman esta lista.
Creo que no es necesario alertar de la gravedad de algunas de estas enfermedades. Basta con decir que varias de ellas no tienen cura.
Muerte por Incompatibilidad Sanguínea
Dentro de la variedad de grupos sanguíneos que existen hay algunos que más compatibles que otros. El problema está cuando se mezclan dos grupos que sean totalmente incompatibles.
Las consecuencias no son nada halagüeñas. Si o si se producirán en el organismo reacciones inmunológicas y biológicas que desestabilizan el equilibro natural y convulsionan al cuerpo humano.
Estas reacciones en el menor de los casos requieren hospitalización y cuidados tratamientos para paliar sus desenlaces. Es muy posible que en determinados casos, incluso con la atención requerida se desencadenen una serie de catálisis que culminen con la muerte.
Todo eso dentro de un ámbito hospitalario. Así que imaginaros lo que puede ocurrir fuera de él.
Fundamentalmente estos son los resultados y secuelas que puede acarrear la práctica del bloodtooth. Colocarse y compartir sangre de esta manera no es muy saludable.
Si la jeringuilla y aguja a utilizar fueran a estrenar todos los riesgos que atañe esta práctica se limitarían única y exclusivamente al individuo que se inocula la sangre ajena. Pero me temo que casi siempre la aguja y jeringa no serán nuevas, con lo que ello conlleva.
Conclusiones
A la vista de lo anteriormente expuesto y razonado creo que la práctica totalidad de las personas en su sano juicio no estarían dispuestas a practicar bloodtooth. Esta particular forma de colocarse con una misma dosis se puede calificar como el realizar un salto al vacío, y sin protección alguna.
Hay mejores formas de experimentar y consumir drogas sin tener que arriesgar tanto. Por un lado consumiendo la droga de forma individual.
Y si lo que se busca no es compartir la dosis, sino realizar el consumo en comunidad, hay otras formas de hacerlo. Un ejemplo claro son los juegos para fumar marihuana con tus amigos.
Se consume y pasa un buen rato en compañía, pero sin hacer locuras como el bloodtooth. Hay que estar loco para practicarlo.
Desgraciadamente hay personas que si lo hacen. Cada cual que haga lo que quiera, pero ya sabéis a que ateneros.