Cultivando Marihuana con CO2
El aire fresco tiene un promedio de 350-500 PPM (partes por millón) de dióxido de carbono; las plantas de marihuana pueden utilizar una cantidad muy superior a ésta. Algunos productores deciden suplementar el aire que proveen a las plantas con CO2 adicional.
Creando de esta forma las circunstancias ideales para acelerar el crecimiento y mejorar el rendimiento del cultivo. Para los productores que operan en sistemas cerrados ésto es vital.
En un sistema cerrado el aire circula dentro del área de cultivo y no tiene contacto con el exterior. De no suplementar este aire con CO2, la fuente de nutrientes se agota completamente al poco tiempo.
En otras situaciones el CO2 puede que sea la última de tus preocupaciones. Pueden existir cosas más importantes que atender, o simplemente el contenido de CO2 en el aire podría ser irrelevante.
Toma como ejemplos las siguientes situaciones:
1- Si tus plantas no están obteniendo suficiente luz. Ésto privaría a la planta de poder aprovechar CO2 adicional durante la fotosíntesis.
2- Si las temperaturas son muy altas los estomas (poros de los vegetales presentes en el envés de las hojas) se cerrarán para minimizar la pérdida de agua a través de la transpiración. Llevando como consecuencia asociada la paralización de la absorción de CO2.
3- Cuando el área de circulación del aire no está lo suficientemente optimizada, el CO2 es más pesado que el aire. Con lo cual el CO2 simplemente se estancaría en la parte más inferior del cultivo, y las hojas serían incapaces de absorberlo.
Las soluciones de CO2 elaboradas en casa son en muchos casos poco efectivas y hasta incluso peligrosas. Así que si decides emplear un suplemento extra de CO2 para el aire de tus plantas, la manera más efectiva de hacerlo es comprando una botella de CO2 y un kit de uso en la tienda de hidroponía más cercana.
Mientras que el CO2 por si sólo no es venenoso ni letal, en casos de concentraciones extremas podría eliminar el contenido de oxigeno de un deteminado espacio y causar asfixia; a ti, no a tus plantas. En el caso de estar utilizando CO2 siempre se debe controlar el gas con un monitor y un regulador 100% fiables.
Es importante que se preste mucha atención siempre que se trabaja con botellas de gas comprimido; independientemente de que sea CO2. Asegúrate de que las botellas a utilizar estén apropiadamente selladas.
En términos generales cuando se usa una botella de CO2 en la instalación de un cultivo, el gas sale de ella hacia el espacio de plantación a través de un regulador. Gas que después es esparcido mediante un tubo con múltiples perforaciones.
Este tubo debe estar instado a cierta distancia de las plantas, y siempre por encima de la altura de ellas. Todo debido a que el mencionado CO2 es más denso que el aire, y siempre tiende a perder altura.
Si el sistema tiene un temporizador; sincronízalo la red de iluminación para que sólo distribuya CO2 cuando las plantas estén recibiendo luz. Las plantas unicamente utilizan el CO2 durante el proceso de fotosíntesis.
Por lo que en la oscuridad y sin la presencia de luz alguna, lo que realmente hacen es absorber oxígeno y liberar CO2. Además de estos reguladores tradicionales se pueden encontrar controladores altamente sofisticados, los cuales van más allá de simplemente obedecer las órdenes de un temporizador.
Éstos juegan el rol de ser un verdadero panel de control climático. Los difusores pueden conectarse tanto al termostato, como a los demás controles, para así establecer un flujo de aire en función de la temperatura y la humedad.
De esta manera el suministro de CO2 se haría en función de las diferentes condiciones, y no sólo siguiendo el temporizador básico. Con la ayuda de un monitor incluso sería factible el realizar aportes predictivos de C02.
Otra de las maneras de solucionar los problemas relacionados con este gas es quemar propano o gas natural para producir Co2. Estas alternativas son mucho más discretas que el usar CO2 embotellado; pues adquirir botellas de gas natural o propano no levanta tantas sospechas como comprar CO2.
La desventaja del generar CO2 mediante combustión es que añade calor y humedad al área de cultivo. Esta es otra de las razones atner en cuenta para sólo recurrir al CO2 si ya has logrado controlar factores como son la temperatura y la humedad.
Como es obvio el gran obstáculo que no permite usar el CO2 en sistemas abiertos es la ventilación. Si mantienes un extractor renovando el aire del área de cultivo cada pocos minutos, el CO2 (añadido) nunca logrará su propósito.
Tu suministro de CO2 podría no tener la oportunidad de enriquecer el aire, o todo el aire enriquecido se estaría, desperdiciandolo al no darle a la planta oportunidad de absorberlo. Si existe la posibilidad de que te esté sucediendo ésto, lo que debes hacer es mantener la extracción de aire al mínimo posible mientras se esté distribuyendo el CO2.
Renovando solamente el aire preciso para que la temperatura no se dispare. En cualquier caso los ventiladores empleados para la circulación de aire deben mantenerse funcionando durante este tiempo.
Tal como se dijo anteriormente el CO2 es más denso que el aire y es absorbido por la parte inferior de las hojas. Una circulación de aire adecuada es vital para asegurar que el CO2 sea accesible para la totalidad de la planta.
Es fácil ignorar la circulación del aire que hay entre las hojas, pero cuando se usa CO2 es aún más importante cerciorarse de que sea correcta. Hay que estar atento en relación a la cantidad de agua y los nutrientes de los que gozan las plantas, y más cuando se empieza a usar CO2.
Todo es debido a que el uso de CO2 podría aumentar la demanda de agua y nutrientes. Cuando se logran al unisono todas estas condiciones ideales, cualquier aumento en CO2 será muy provechoso para el crecimiento de la planta.
Lo ideal es que se alcance un enriquecimiento entre 1200 y 1500 PPM. Con estos niveles de CO2 se podría esperar un aumento de rendimiento entre el 20 % y el 30%; redundando igualmente en un periodo de crecimiento más corto y eficiente.
Algunos productores han reportado tiempos de florecimiento más breves y eficaces como resultado del uso de CO2. Siempre hay que tener presente que cualquier concentración mayor de 1200-1500 PPM podría ser contraproducente; las plantas cierran las estomas cuando los niveles de CO2 son muy altos.
Los datos varían en cuanto a otros posibles beneficios aportados por el CO2. Algunos productores descubrieron que sus plantas fueron más capaces de soportar altas temperaturas.
Por su parte otros constataron un incremento en la producción de los niveles de THC. Sólo unos pocos aseguran que el aumento del rendimiento redujo el potencial psicoactivo de la planta.
También se ha escuchado que algunos productores usan el CO2 como un medio para prevenir plagas. Aumentando los niveles de CO2 (con los extractores apagados) ha resultado sencillo asfixiar las insectos invasiones.
Con tan pocos debates sobre los beneficios y las desventajas del uso del CO2 en esta clase de cultivos, es difícil asegurar todo lo que su empleo promete. Lo que no está en duda es el hecho de que usar CO2 aumentará el rendimiento y la velocidad del crecimiento; cuanto las demás condiciones sean favorables.